Después de quedarse huérfano, el pequeño gorrión Rick es encontrado por una cigüeña, quien lo cría como si fuera su propio hijo. Durante la migración del rebaño a África, el gorrión se queda atrás por no tener la estructura física para un viaje tan largo. De esta manera, comienza un viaje por su cuenta, haciendo nuevos amigos en el camino.