Santo amaro da imperatriz
Es imposible hablar de turismo en Florianópolis sin recordar los balnearios hidrominerales, reconocidos internacionalmente por su calidad terapéutica, Santo amaro da imperatriz, en la Gran Florianópolis. Las aguas termales, consideradas unas de las mejores del mundo, con una temperatura de hasta 40º C, son un remedio “sagrado” para quienes padecen reumatismo, insomnio, tensión nerviosa y caída del cabello. Fueron descubiertos en 1818 por cazadores, en tierras de la entonces parroquia de São José. Posteriormente, en 1845, Don Pedro II y Tereza Cristina visitaron el lugar y quedaron tan entusiasmados con las aguas termales de la región que hicieron construir un edificio en el lugar, el actual Hotel Caldas da Imperatriz, hoy municipalizado. La ciudad también cuenta con la Plaza Caldas da Imperatriz de cinco estrellas de alto nivel.
Aguas cálidas
En Águas Mornas, también ubicada en la Gran Florianópolis, los “milagros de curación” proporcionados por las fuentes se propagan desde mediados del siglo pasado. El origen de esta agua es un derrame triásico que invadió toda la región de Águas Mornas y Santo Amaro da Imperatriz. Hay dos fuentes que suministran 2,5 millones de litros de agua al día, a una temperatura constante de 39º C. Los baños de 15 minutos están indicados contra el reumatismo, artritis, artrosis, gotas y dolores reumáticos en cualquier parte del cuerpo. También se recomiendan para mejorar las funciones digestivas, aparato renal, sistema nervioso y para el tratamiento de la piel.
Para aquellos que estén pensando en hacer el tratamiento o incluso pasar unos días de ocio con baños termales, las ciudades mencionadas cuentan con excelentes opciones de alojamiento.