Canoa de un palo

Otra experiencia de aprendizaje de los azorianos con los indios carijós es la Canoa de um Pau Só. Generalmente elaborado con el árbol Garapuvú, planta autóctona y símbolo de Florianópolis, se utiliza para la pesca, propulsado por velas de tela o a remo. En el pasado, estas canoas también sirvieron como medio de transporte de pasajeros y carga como vegetales, cerámicas del Mercado público, producción agrícola e industrial. Además, fueron durante mucho tiempo la forma de desplazamiento entre la isla y el continente.

La preferencia por utilizar Garapuvú para hacer la canoa es clara, ya que es una madera ligera y suave al tacto, lo que facilita su tallado. Si se cuidan bien, pueden durar hasta 100 años. También se pueden utilizar otras maderas en la construcción de canoas, pero Garapuvú es especial, pues gracias al gran diámetro del tronco, esculpen la “canoa de un palo”, tipo barcaza y “canoa bordada”, nombre debido al borde agregado .. por los pescadores a la canoa para hacerla más alta, pudiendo así entrar en mares agitados sin inundar la embarcación.


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La producción de canoas fue una de las razones de la casi extinción del árbol en la costa sur, ya que a partir de 1950 los pobladores azorianos comenzaron a utilizar de forma intensiva el Garapuvú para sus embarcaciones pesqueras. Pero antes de que el árbol se extinguiera, el gobierno prohibió la tala en 1992.

Hasta el día de hoy, la Canoa de um Pau Só sigue siendo parte de la vida cotidiana en la ciudad de Florianópolis. Prueba de ello es la Carrera de Piragüismo y Vela de la Costa da Lagoa, que se celebra anualmente y tiene como embarcación participante una piragua monoposte. Además, un concejal propuso en 2012 que la canoa sea transformada en patrimonio cultural inmaterial de la ciudad, mostrando cuán importante fue ese elemento en el contexto histórico de Florianópolis. Pero no pudimos encontrar más información al respecto.

Actualmente, son pocas las personas que continúan fabricando la canoa, entre otras cosas porque se complicó después de la ley contra el corte del Garapuvú. Se estima que unas diez personas en Florianópolis todavía mantienen la producción, y generalmente los maestros de obras, como se les llama, transmiten la tradición de generación en generación, como algunas familias de los barrios. sambaqui e Laguna de la Concepción, que no tienen la intención de dejar que la tradición muera pronto.


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