En 1925, el ayuntamiento decidió construir un almacén en la zona central, cerca de la Praça XV de Novembro. El muelle se extendía sobre el mar unos veinte metros y se utilizaba para el embarque y desembarque de pasajeros del servicio de conexión marítima isla-continente. Recién en 1928 se inauguró el Bar Miramar en un pabellón anexo a la bodega. El edificio, de estilo arquitectónico ecléctico, era rico en detalles. La cenefa del portal de acceso contenía elementos neoclásicos e insinuaciones en el Art Decó y en la parte superior de la fachada un vitral con dos delfines macizos, decorado con un zócalo festoneado. El Bar Miramar funcionó como pastelería, restaurante y bar. Como símbolo de la modernidad de la época, era frecuentado por las familias más tradicionales de Florianópolis, quienes, además de reunirse para tomar un té o un helado, aprovechaban el lugar para seguir las competencias de remo que se desarrollaban en las inmediaciones. El paso de los años y las intervenciones urbanísticas en la región llevaron a Miramar a la decadencia. En 1970 el edificio ya se encontraba en mal estado de conservación, con la pintura, azulejos y paredes totalmente desgastados, encontrándose totalmente abandonado. Pronto se convirtió en refugio en los días de lluvia, punto de alquiler de balleneros, parada de autobús, aparcamiento y punto de encuentro de enamorados. En ese momento, el centro de Florianópolis estaba pasando por cambios sustanciales, con grandes proyectos de modernización de la red vial a través del vertedero de Baia Sul. Las opiniones sobre el mantenimiento o demolición de Miramar estaban divididas. Ante esta situación, un grupo de actores del Teatro Estudantil Catarinense intentó, junto con el ayuntamiento, transformar la bodega en un teatro arena. A pesar de haberlo autorizado, el gobierno de la ciudad no contaba con los fondos para recuperar el espacio. Luego de una gran campaña de recolección de materiales, el lugar fue parcialmente recuperado y el teatro abrió sus puertas en 1972. Sin embargo, poca gente asistió al lugar y el teatro fue cerrado. El 24 de octubre de 1974 el Miramar fue demolido ante el avance de las obras del relleno sanitario en Baía Sul. El 14 de junio de 1988, catorce años después de la demolición de Miramar, el alcalde Edison Andrino lanzó la propuesta de reconstrucción de la bodega, creando el proyecto “Revivendo o Miramar”. La idea de este proyecto era elegir la mejor propuesta para reconstruir la bodega, que también funcionaría como restaurante. Luego de tres años de debate, en 2001 se construyó el Memorial a Miramar en el mismo lugar donde estaba ubicado el Bar Miramar, en la plaza Fernando Machado, manteniendo en el piso el diseño del plano arquitectónico del antiguo Miramar. El proyecto fue diseñado por el arquitecto Joel Pacheco, del Instituto de Planificación Urbana de Florianópolis (Ipuf), y desde entonces ha sido criticado, ya que la única referencia al antiguo Miramar es el plano básico del memorial.
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