Inaugurada en Laguna exposición “Los Archipiélagos de Nara Guichon”, que une el arte con la agenda ambiental

Artista textil, diseñadora y ambientalista Nara Guichon inaugura proyecto expositivo que combina ecología y artes visuales en Laguna

Foto: Renata Gordo/Divulgación

El historico Mercado Público Laguna inaugura, el 6 de agosto, sábado, la exposición "Los archipiélagos de Nara Guichon", de la artista textil, diseñadora y ecologista Nara Guichón (Santa María, 1955). Contemplado por el Premio Elisabete Anderle de Apoyo a la Cultura – Edición 2021, ejecutado con recursos del Estado de Santa Catarina a través de la Fundação Catarinense de Cultura, el proyecto también será presentado en Blumenau y Chapecó.

“Los Archipiélagos de Nara Guichon” presenta alrededor de 15 obras textiles desarrolladas en los últimos tres años, que apuntan tanto a la materia prima fundamental del artista como al elemento responsable del 50% de la contaminación de los océanos del mundo: las redes de pesca. Abandonadas como basura y recogidas a lo largo de la costa de Florianópolis, donde vive la artista, las redes de pesca son la base de su obra. Nara también utiliza bolsas de plástico, telas rechazadas por la industria textil e incluso ropa desechada. Su obra, por tanto, se basa en la reutilización y la resignificación.

Como han recordado en reiteradas ocasiones ONG, ambientalistas y líderes comprometidos con la salud del planeta, estamos viviendo una emergencia climática sin precedentes, y gran parte de esta situación está asociada no solo a los altos niveles de gas metano y monóxido de carbono presentes en la atmósfera, sino también al consumo desenfrenado, que produce miles de toneladas de materiales desechados diariamente como basura; que vuelca tantas toneladas de ropa en los países pobres, provenientes de los ciclos de consumo y modas de los países ricos; que mata especies animales y vegetales con veneno, con plástico, con redes de poliamida abandonadas en los mares. De manera crítica, pero también poética, la exposición aborda esto.

En su proceso creativo, Nara Guichon recoge las redes de pesca y las lava cuidadosamente, utilizando únicamente agua y jabón natural; luego las tiñe con pigmentos naturales, utilizando limaduras de hierro, cúrcuma, piel de cebolla, yerba mate, vinagre, fuego, agua y tierra. Adoptando hilos y redes manuales para coser, tejer y enrollar, a partir de alambres galvanizados también recolectados como desechos, el artista crea estructuras polimórficas, en diálogo con las formas de la naturaleza. Dos de las obras expuestas fueron presentadas recientemente en la Casa de Cultura Mario Quintana, en Porto Alegre, en la instalación El mar que no vemos, junto al Jardín Lutzenberger, con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio. . Otras obras de la serie que Nara viene desarrollando se exhibieron en junio en la 1ra Bienal Internacional de Arte Material Contemporáneo en China.

El archipiélago de Nara Guichon está curado por la crítica e historiadora del arte Paula Ramos, profesora del Instituto de Artes de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. En la inauguración de la exposición, Nara y Paula conversarán con el público sobre el proyecto y el proceso creativo de la artista, así como su relevancia en el contexto contemporáneo. En este momento, también se proyectará el video documental producido por Renata Gordo, que revela las diversas etapas relacionadas con el proceso ecológico y artístico de Nara.

El mismo día 6 de agosto, por la tarde, Nara desarrollará un taller de Ecoprint en papel. “Ecoprint” es el estampado botánico. Utilizando únicamente hojas, flores, raíces y cortezas de plantas, la propuesta es hacer poesía en papel, imprimiendo texturas y colores de la naturaleza. Todo desde un método sencillo, limpio, ecológico y fascinante. El taller es gratuito y ofrece 20 plazas, abierto a personas de todas las edades.

Complementando el proyecto, en la mañana del día 7, domingo, se realizará la siembra de mudas de árboles en la ciudad, en alianza con el Laboratorio de Botánica y el Herbario LAG de la UDESC. Los plantones de Aroeira Vermelha, Capororoca y Jerivá serán implantados tanto en el patio del Campus UDESC como en la Avenida Mato Grosso, en la playa de Mar Grosso. Las actividades de siembra se desarrollarán de 8:30 am a 12 pm. La articulación de todo el proyecto, por lo tanto, se da tanto a través de la agenda artística como ecológica, evidenciando algo que conforma el marco de la actuación del artista. El proyecto reúne los materiales y la reconocida artesanía de Nara Guichon, conquistada a lo largo de más de cinco décadas dedicadas al textil, además de expresar, a través de un trabajo solitario, perseverante y continuo, su oda al medio ambiente.

Entre hilos y ecología: el enredo natural de Nara Guichon
Nara Guichon recuerda que tenía cuatro años cuando se acercó por primera vez a ovillos de lana y agujas de tejer; el encuentro fue tan genuino que, a los nueve años, produjo y vendió su primera obra. También recuerda que, alrededor de las diez, ayudando a su abuela en el jardín y viéndola quemar hojas, sintió que algo allí definitivamente no andaba bien. El caso es que las prácticas manuales y cierta intuición ambiental la invocaron desde temprana edad, y ella atendió el llamado, encontrando en el tejido, el bordado y la costura no sólo su forma de expresión, sino su oficio. Empezó tejiendo piezas que subvertían los puntos y patrones, asociando la técnica al patchwork, intercalando retales de tejido y mezclas con piezas de ganchillo. Posteriormente, recurrió al telar manual, depurando los hilos y produciendo artefactos de diseño que utilizaban algodón orgánico, semillas de coco, conchas y abalorios y, principalmente, redes de pesca desechadas, algo de su propio hábitat.

La región donde vive Nara, en el sur de la isla de Santa Catarina, es conocida por su tradicional actividad pesquera. Fue en 1998, viendo no sólo la basura que llegaba a la playa, traída por las corrientes marinas, sino cientos de redes de pesca de poliamida gastadas por el uso y abandonadas por el mar, como escombros, que decidió apropiarse de este material, convirtiendo el energía de lo que estaba reservado para el estercolero y darle nuevos usos.

Desarrollado en aquellos días, se mantiene el proceso de transmutación: lavado preciso utilizando sólo agua, purificación y corte de las redes, uso de técnicas de oxidación y pigmentación natural. En el proceso, adopta polvo de hierro, fuego, agua, tierra y, por supuesto, tiempo; también utiliza hierbas, flores y cáscaras de vegetales del bosque, utilizando tintes naturales extraídos de plantas como yerba mate, achiote, crajiru y pau-Brasil. En muchas de las piezas también utiliza restos de algodón y fibras rechazadas por la industria textil. Su norte es la reutilización, la sustentabilidad, el consumo consciente y ético, la valorización del saber artesanal, el respeto por el medio ambiente.

Mientras tanto, uno de los proyectos más importantes de la artista, diseñadora y ambientalista es Aguas Limpias, que combina el uso de redes de pesca desechadas con la recuperación del bosque nativo. Materializado en bolsas y esponjas para limpieza o exfoliación corporal hechas con las hamacas, Aguas Limpias, en marcha desde 2014, revierte alrededor del 20% de la ganancia a proyectos comunitarios dedicados a la reforestación. Uno de ellos es el desarrollado por la ONG Apremavi, Asociación para la Preservación del Medio Ambiente y la Vida, con sede en el municipio de Atalanta, en Santa Catarina. Creada en 1987, Apremavi lleva a cabo una serie de iniciativas para recuperar áreas devastadas de la Mata Atlántica; Nara Guichon está asociada a la entidad desde 1988, colaborando de forma continua y activa.


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