Séptima edición de Tarja Preta UFSC

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La fila de autos que se formó en la entrada de Jurerê por la carretera SC-401, la mayoría con destino a Devassa On Stage, presagiaba que sería una gran fiesta. Con 3 etapas y 15 atracciones, las expectativas para la VII Tarja Preta eran altas. Como sabía que sería imposible seguir todo, mi idea fue pasar por todas las etapas e intentar disfrutar un poco de todo.

 

Cuando entré, la banda Mama Gourmet ya estaba en el escenario principal tocando Por cierto por los Red Hot Chili Peppers. La propuesta del grupo es interesante: hacer que la música rock sea menos recta y más ecléctica. Esto quedó claro en la mezcla de canciones pop de los 90, que incluso incluía una interpretación aguda en wannabe, el mayor éxito de las Spice Girls. El parecido del vocalista con el músico Eddie Vedder no hizo que la banda tocara Pearl Jam, pero sí contó con Green Day, Linkin Park, Raimundos y hasta Mamonas Assassinas.

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Luego me fui a Terraza, donde estaba el escenario 1007. La música que sonaba tenía la esencia de la discoteca que le dio nombre al escenario, con un pop que iba desde lo romántico Mil millas, lanzado hace más de 10 años, hasta el baile Actividades:, el éxito de este año. El único problema era entrar o salir de Terraza, pero eso era lo que esperaba por el tamaño de la fiesta, y aún así no afectó la vibra del lugar.

 

Entonces decidí apretarme al son de Guilherme López. Al empezar con la música beber beber de Leonardo, lanzaron confeti y serpentinas frente al escenario, emocionando aún más a la multitud. El programa cumplió lo que prometía, con los mayores éxitos del momento como 50 reales, 10%, soltero otra vez, tu policia e Miedo tonto, siempre jugado con gran animación.

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Solo faltaba la etapa de Inyección Electrónica, que estaba en Pacha. Con mucha gente saltando y bailando, era fácil ver que el ambiente del lugar era bueno. Aunque no es mi estilo de música favorito, logré disfrutar mucho los ritmos que muestreado canciones como Perdiendo mi religión, de la banda de rock REM, para animar a la multitud con el house y el techno. Todavía había una mujer y un hombre bailando encima de la cabina del DJ.

 

Todavía pasé por el escenario principal para saltar con el axé de Rei da Folia y fui de nuevo al escenario 1007. Salí con la sensación de haber disfrutado mucho de la fiesta, principalmente porque había cantado todos los estilos musicales en la misma noche. El balcón de la pegatina con una carta de Poker, que combinada brindó tragos a los fiesteros, también marcó bien con la propuesta temática de Las Vegas. Con casi diez mil personas y tantas atracciones, no es exagerado decir que esta es actualmente una de las mayores fiestas organizadas por los cursos de la UFSC.

 

gabriel lima
gabrielduwe@gmail.com

 


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